sábado, 17 de septiembre de 2011

LA REPÚBLICA CRIMINAL DE CHINA

LA REPÚBLICA CRIMINAL DE CHINA

Si existe un régimen mundial moderno que se ha caracterizado por una despiadada persecución contra las minorías étnicas y religiosas, así como contra las expresiones culturales y espirituales de su propio pueblo, junto a una política geófaga y expansionista insaciable hacia sus vecinos, ese es la República “Popular” de China, pesadilla marxista de alcances orwelianos que hoy en día acecha al mundo.

El combate incisivo y aplastante realizado por China contra las tradiciones espirituales no es casual, sino por el contrario, un deliberado esfuerzo del marxismo cultural por destruir la identidad cultural, la espiritualidad y la sabiduría esotérica (a todo lo cual el marxismo es feroz enemigo) de la región.

Uno de estos movimientos es el Falun Gong, conjunto de enseñanzas espirituales y esotéricas que combinan artes marciales y prácticas de salud alternativa con enseñanzas espirituales tradicionales como el taoísmo, el budismo, el tantra, el Tai Chi y otras fuentes. Evidencia de que el Falun Gong es una tradición de la luz es el uso de la esvástica como símbolo, la condena a la práctica de la homosexualidad y la desaprobación del mestizaje interracial.

No extraña entonces que el gobierno marxista chino haya aplicado una campaña para aniquilar al movimiento Falun Gong, prohibiéndolo, arrestando a sus miembros y quemando sus textos. El marxismo cultural es lo opuesto a la Tradición bien manifiesta en el Falun Gong pues, para el marxismo cultural, las razas son fantasías creadas por los burgueses y la homosexualidad es aceptada como algo natural, como una opción más de vida. De ahí que la mezcla racial debe ser fomentada y la homosexualidad promovida por el gobierno chino y cualquier otro gobierno adscrito al marxismo cultural.

Por supuesto que el occidente “progre” alineado al marxismo cultural hizo eco de las quejas del totalitarismo chino y la candidatura del líder del Falun Gong Li Honzi al Premio Nobel de la Paz fue retirada por su postura “racista y homofóbica”. Diferentes autoridades espirituales sobre el tantra incluyendo a hindúes, budistas y taoístas se han pronunciado en contra de la homosexualidad. Esto no quiere decir que sean homofóbicos o que odien a los homosexuales, simplemente están siguiendo las enseñanzas ancestrales que dictan que la práctica homosexual es contranatural y, por ende, incompatible con el trabajo espiritual que está implícito en el Tantra y otras enseñanzas esotéricas y místicas orientales. Los pandakas (término sánscrito para designar a los afeminados) no eran admitidos en el sacerdocio hindú ni entre los monjes budistas hasta que, durante el siglo XX, buena parte de la comunidad budista se tornó “gay friendly” en aras de ponerse en sintonía con la moda universalista y tolerante (similar a como hicieron algunas “iglesias” cristianas como la Comunión Anglicana, en directa contradicción a las enseñanzas bíblicas) no obstante, esta postura filogay es una aberración moderna y no responde a la realidad tradicional histórica ni budista ni cristiana.

La República Popular de China inició una serie de campañas durante los momentos más oscuros de la nefasta Revolución Cultural y la legalización de la esclavitud conocida como el Gran Salto Adelante que buscaba uniformar la sociedad china, reprimir las manifestaciones culturales y romper el espíritu de las minorías y de la propia etnia mayoritaria Han. Así, los tibetanos, manchúes, mongoles, uigures, hui, cristianos, etc., fueron gradualmente aplastados, sus culturas destruidas y sus religiones prohibidas.

El caso más famoso es el de los tibetanos, país invadido por China en 1950 y sometido a un genocidio cultural. Los lugares santos tibetanos fueron destruidos, los lamas (algunos muy ancianos) fueron arrestados y torturados, las monjas fueron violadas, los monjes convertidos en esclavos, los líderes como el Dalai Lama exiliados, jovencitas tibetanas fueron tomadas como esposas a la fuerza por militares chinos para así tener hijos “chinos”, otras mujeres tibetanas han sido esterilizadas u obligadas a abortar, objetos sagrados tibetanos han sido usados como orinales para soldados chinos, el delicado ecosistema tibetano ha sido gradualmente destruido por proyectos urbanísticos y usando a Tíbet para guardar desechos nucleares, se ha promovido la inmigración masiva de chinos, en fin, una verdadera limpieza étnica tibetana tolerada por los gobiernos democráticos (ver http://fernandosolanaolivares.blogspot.com/2008/03/el-genocidio-tibetano.html y http://www.cesarsalgado.net/200601/060110b.htm ).

Sobre los cristianos en China, estos han sido perseguidos de todas las formas posibles; arrestos, asesinatos, intimidaciones, torturas, violaciones, despidos, etc. Una mujer fue asesinada por el gobierno chino solo por repartir biblias (http://persecucion.iglesia.net/china/ ). La mayoría de cristianos son chinos y han sufrido toda clase de persecuciones. Además, China no permite las más mínimas libertades humanas (como todo régimen comunista) tiene a muchos niños trabajando como esclavos, los disidentes son secuestrados secretamente y llevados a tétricas cámaras de torturas. Si bien el genocidio tibetano es repugnante, el propio pueblo chino también es víctima de su gobierno totalitario.

A los musulmanes no les va mejor. Recientemente se hicieron públicas las atrocidades cometidas por China contra los musulmanes de Xinjiang de tenia túrquica, destrucción de mezquitas, quemas del Corán, asesinatos selectivos, arrestos arbitrarios, etc.

Su postura hacia Taiwán, último bastión de la democracia y la libertad de China, es de amenaza constante. El gobierno chino con frecuencia le recuerda a Taiwán que en cualquier momento usará las armas e invadirá militarmente el país (perpetrando otro genocidio como el de Tíbet y Xinjiang). China no es un país, sino un imperio. Su territorio corresponde al área de la China histórica propiamente Han que conquistó varios países vecinos que han gozado de independencia en diferentes momentos históricos como Cantón, Manchuria, Tíbet, Xinjiang (que pertenece a Turquestán), Mongolia Interior (que pertenece a Mongolia) y las islas del Mar de China Meridional (que pertenecen a Japón) todos amalgamados en la República Popular de China. Mongolia y Japón han sido enemigos tradicionales de China (aún durante la etapa comunista de Mongolia) por la amenaza que representa y por los territorios que les ha quitado. China ha reclamado soberanía sobre toda Mongolia y sobre parte de Japón, ha apoyado política y militarmente a su títere Corea del Norte (la más inhumana dictadura comunista del mundo desde la Camboya de Pol Pot, que también era aliada de China), apoyó a Corea del Norte en su invasión a Corea del Sur dando inicio a la Guerra de Corea y le asistió en su programa nuclear que ahora amenaza toda la región de Asia-Pacífico. 

China es una fuerza desestabilizadora de la región que se asemeja a un dragón hambriento e insaciable.

No hay comentarios:

Publicar un comentario